sábado, 30 de octubre de 2010

Como en Bangladesh pero en Colombia!





Hace unos días tuve la oportunidad de visitar Grameen Aval, un proyecto del Grameen Trust y el grupo Aval en Usme, una localidad vecina a Bogotá. Siempre fui una simpatizante de las microfinanzas y una apasionada por Grameen, y quizá eso implique poca objetividad en mis impresiones. Pero lo cierto es que reencontrarme con el mundo de los microcréditos, en su pura expresión, fue algo maravilloso.
La visita a las prestatarias revivió en mi los sentimientos que sentí la primera vez que participé en una reunión de prestatarias en Bangladesh. Ver esos ojos femeninos brillar de orgullo y sentir el compañerismo que se respiraba en las humildes casas de Usme, me transportó a mis días en Bangladesh, cuando fui testigo de la obra del Grameen Bank. Me es un tanto difícil explicar ese sentimiento de alegría y orgullo en el pecho, al ver a las mujeres frente a una iniciativa que poco a poco les cambia las vidas. Me acordé de las prestatarias bengalíes y de mis queridas prestatarias de Villa Rosa (Argentina). De pronto ví una comunidad internacional de mujeres que a través de los programas de microcréditos luchan para superarse y ayudar a sus familias día a día, sin imporatar el país al que pertenezcan.
Es maravilloso ver el trabajo del Grameen Trust. Esta organización depende del Grameen Bank y se dedica a replicar el modelo de microcréditos de Grameen en el mundo. Bengalíes que han trabajado por más de 20 años en las aldeas de Bangladesh para el Grameen Bank, se mudan a países lejanos de su tierra, para fomentar el trabajo empezado por el Prof. Yunus hace más de 30 años. En pocos meses estos bengalíes montan una oficina y comienzan su trabajo en campo. Barrio por barrio convocan a las mujeres, muchas de ellas jefas de familia, a ser parte de Grameen.
Es Usme la respuesta de las mujeres ha sido muy buena, con solo 4 meses de operación ya llevan más de 1.000 prestatarias inscriptas. Y muchas más interesadas por venir!
El saludo para iniciar y finalizar la reunión es el mismo usado por las prestatarias en Bangladesh, traducido al castellano. Y dice algo así: "Unidad, disciplina y trabajo, ese es nuestro lema".
Decía el Señor Kabir, gerente bengalí de la sucursal de Grameen Aval en Usme, que es duro estar tan lejos de su casa y familia, pero el saber que está ayudando a las mujeres de Colombia a salir de la pobreza, le llena el alma y lo hace feliz. La simpleza y autenticidad de sus palabras dejan entrever la filosofía y la misión de Grameen: ayudar a las mujeres a mejorar sus vidas y la de sus familias.

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