lunes, 9 de febrero de 2009

Slam en Dhaka






Hoy visité una de las zonas más pobres de Dhaka, una villa, lo que aquí llaman Slam. Es una zona densamente poblada, muy sucia y precaria. Las casas son diminutas y están hechas de chapa. Me sentí muy mal al ver la condición en la que vive esta gente. Es una imagen muy triste. 100 personas comparten una misma letrina y una misma bomba de agua.
También visité un centro comunitario que pertenece a una de las ONGs más importantes de Bangladesh, Padakhep, socia de Grameen. Esta ONG se dedica a las microfinanzas dentro de la ciudad de Dhaka. Tienen 2,5 millones de prestatarios en Bangladesh y 5 millones de miembros. Manejan un programa para chicos de la calle muy interesante y productivo. Durante el día ofrecen a cualquier chico de la calle un espacio en el que aprenden temas escolares, de salud, entre otros. Ofrecen ayuda sanitaria y psicológica y dan cursos vocacionales para enseñarles algún tipo de trabajo. Solo las niñas pueden quedarse a dormir en la noche, hoy en día 30 chicas duermen en el centro. La zona es muy peligrosa para que anden solas cuando anochece; nos comentaron que hay casos de trata de mujeres y teniendo a las niñas resguardadas en la noche, las protegen de tan terrible destino.
Dentro del área del slam tuve la oportunidad de participar en una de las reuniones de prestatatias de la zona, la misma se desarrolló en una casa. Éramos 20 mujeres en una habitación bastante pequeña. Todas ellas tomaron préstamos para distintos emprendimientos: textil, máquina de pochoclos, compra de saris, etc. La mayoría viene del interior de Bangladesh buscando una fuente de trabajo en la ciudad. Ninguna piensa volver a su aldea. Solo una pocas cursaron algunos años en la escuela y hoy son amas de casa.
Me golpeó mucho conocer a una chica de 15 años que ya tenía un bebé de 1 año. Se casó a los 14 y hoy tiene las reponsabilidades que toda ama de casa y madre tiene. Por ley se supone que las mujeres no pueden casarse antes de los 18, pero en este país la tradición es mucho más fuerte que la ley.
La pobreza de este país no me es ajena, recorriendo las calles de Dhaka, muchas imágenes me recuerdan las calles de Buenos Aires. Quizá nuestra ventaja sea lo pintoresca que es la ciudad, mientras que aquí la ciudad está cubierta por un tenue gris, fruto de la contaminación, que deja un tinte de tristeza a los ojos de quien lo mira. Les dejo algunas imágenes.

2 comentarios:

  1. Muy fuerte la verdad. Que bueno que estén laburando también en la zona de Dhaka además de las aldeas, ya que ahi también se acumula mucha gente que busca vivir un poco mejor y terminan en condiciones infrahumanas por lo q contás.
    Seguí aprendiendo y conociendo todo que esto vale y mucho.
    Agustin

    Un beso.

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  2. Querida Daniela: Me impactan tremendamente las imagenes ademas de lo que me transmitiste personalmente. Es enriquecedor ver cómo las microfinanzas pueden cambiar y ayudar tanto a personas en tal estado de indigencia. El cambio evidentemente primero es cultural. Me encanta tu blog. Segui con el y te espero prontito por la Colombo para que nos lo transmitas todo con tanta lucidez, franqueza y calidez, como vos sabés hacerlo. A mi me encantó conocerte. MAria de los Angeles Balmaceda. Profesora de Economia Politica

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