martes, 15 de septiembre de 2009
Mi hogar bengalí
Les adjunto algunas fotos para que conozcan la casa en donde estoy viviendo. En realidad, se trata de un Instituto de enseñanza del idioma bengalí, llamado HEED, que tiene en el primer piso una casa de huéspedes con 6 cuartos. Estos cuartos se alquilan y el precio varía según las facilidades que tengan: baño, aire acondicionado, etc. En mi caso, opté por el caro pero necesario aire acondicionado. Está ubicado en Banani, un barrio muy lindo de Dhaka, en donde se encuentran los cafés y negocios más de moda.
Es terrible el calor que hace en esta época del año en Bangladesh. Las lluvias fuertes de los Monzones ya pasaron, pero al ser un país con tanta humedad, el calor se sufre el doble! Una noche se me ocurrió apagar el aire porque la habitación estaba fresca y no quería gastar energía en vano (el suministro de electricidad de Bangladesh es muy pobre)…que ilusa. A las pocas horas me desperté ahogada por el calor que hacía, y no tuve otro remedio que prender el aire nuevamente.
Volviendo a la descripción del hostal, les cuento que está muy bien equipado. Al entrar uno se encuentra con el living que tiene varios sillones y una tele, le sigue el comedor (ver foto) que tiene la mesa, un dispensador de agua y la heladera; también hay una cocina con hornallas y un armario.
Mi habitación, como verán, tiene una cama estilo princesa…jajaja…es el mosquitero que me permite dormir tranquila sin el temor a que una cucaracha comparta mi cama, y por supuesto sin mi s amigos los mosquitos (que en mi primer viaje me volvieron loca). Y el baño, por ser Dhaka, está bastante bien. El baño, en el techo tiene un receptáculo en donde se calienta el agua que sale por la ducha.
Aquí es donde trato de dormir…Digo que trato porque aún tengo el jetlag (Bangladesh está 10 horas adelantado con respecto a la Argentina) que me está matando. Me despierto a las 3.30 am o 5 am y no me vuelvo a dormir hasta 5 minutos antes de que suene el despertador. Y hoy cometí el terrible error de tomar té después de cenar (el té acá es muy fuerte así que me esperan algunas horas de insomnio por delante). Mi jefa hizo una reunión en su casa con unos amigos para celebrar Iftari (el cierre del ayuno diario de Ramadam) y me invitó. La cena estuvo deliciosa, típica comida bengalí, poco picante por suerte. Extrañaba la comida bengalí!
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